EL VIEJO
Carlos Morales
Cuando las cosas se van, cuando las cosas
recogen sus cosas del armario,
y dicen que se van,
y por última vez en la puerta se vuelven,
y sus ojos te dejan -llamándote- en los ojos,
y tú no les contestas
porque hay lluvia en el pecho,
porque una voz te llama
pasando su lengua por tu mano,
y ese viento
con su rabo feliz ahuyentando la vida,
y esa luz de pronto, esa luz airada
golpeando de pronto
la ventana con sus dientes -llamándote-,
luz que entra
y al llegar a la cama se detiene
y te observa en medio de lo oscuro
como águila al conejo que asustado bajo una zarza llora.
Es inútil levantar la mano. La mano no se mueve.
Inútil es también abrir la boca.
La boca no puede cantar, la boca no sabe cantar
cuando las cosas te miran
y no te reconocen y dicen que se van,
que nada queda ya que las retenga en la casa,
nada de todo cuanto hubo, nada que no sea
ese viejo austero y recostado como un bronce
que mirando al Sur bajo la salicaria duerme,
y en cuyos ojos fríos los pájaros vienen a morir,
y no lo saben.
37 comentarios:
Uff! Qué intenso: dice mucho más de lo que parece a primera lectura...
Hermoso, mucho.
No sé si miraré atrás cuando decida marchar, no sé si me asombraré de aquellos que miran mi cuerpo marchito sin apreciar mi alma libre, no sé siquiera si sabré llorar o reír, sólo sabré que caminaré a mi eterno silencio...
Carlos, no sé que decir más que...la emoción sentida ha sido bestial al leerte..excelente.
Vivo en eterna partida. Y sin embargo permanezco. Nada encuentro más que vida. Jamás sabré del retrato estático de la muerte.
Me alegro de leerte.
..."hay lluvia en el pecho" qué lindura de verso.
Profundo poema.
Abrazos.
...y no lo saben.
Besos in Blue
Hola Toro, como siempre, trayéndonos la mejor calidad de arte ya sea en materia teatral o literaria. Saludos!
Has pintado un cuadro donde llueve en el pecho y donde habita una furiosa melancolia: sí, lo has hecho posible.
Santo lapicero que traza imágenes que, a diferencia de las cosas, no se van.
Un beso, Carlos.
Las cosas se van con los años y cuando abrimos las puertas de la vida, nos encontramos que mucho de lo que amamos se ha diluido en la noche de los tiempos. Abrazos.
Es una delicia poder disfrutar de estas palabras, se llenan de vida, de nostalgia y de emoción. Hermoso cierre al final...Carlos, un biko enorme siempre para ti.
Hoy estoy conmovida por tu tinta, cuando eso sucede me quedo en silencio.
Que puedo decir ante la inmensidad de tus letras.
Un abrazo compañero.
Es triste, como si una parte ya no fuera suya, pero a la vez entra una nueva, me gusta el sentir eso.
besos
Ya quise dar nombre a un sentimiento extraño que llegó algunas veces, mezclado con melancolia, pero que no es sólo melancolia. Una de las veces ante un cielo cuando el sol habia acabado de despedirse pero todavía no se hacía la noche, de extraños colores. Y este mismo sentimiento me provocó tu poema... Sigo no sabiendo su nombre, pero ahora me doy cuenta que, seguro, hace lluvia en el pecho...
Siempre será misterioso el poder que tiene la poesía de llegar hacia ciertos lugares del alma...
Un abrazo fuerte, Poeta de letras hondas.
Cuando las letras están tan clavadas en el "papel" (por mas cibernético que este sea...), hieren el corazón, lo lastiman, le dejan huellas... de dolor, de placer, de intensidad.
Es una condición de pocos...
un fuerte abrazo, y un beso
Mi amigo hermoso, gracias por compartirnos este poema tan sentido...
Lleva la vida enredada en cada una de sus letras...
Me ha encantado...
Mil besos para ti.
que bello texto, de una quietud luminosa, con un eco (es una impresi�n personal) del celan menos cr�ptico.
fue un placer leer este texto de melancol�a luminosa ("sol negro" dec�a nerval.)
algo as� como lo que se siente cuando la chica de los sue�os comienza ante nuestra mirada at�nita a preparar la valija juntando su maquillaje.
Los últimos versos culminan como toda la intensidad del poema. La vejez me impresiona, siempre hay en ella como rastros de la niñez y de la juventud. Como si el tiempo lo superase todo incluso a nosotros mismos, que somos finalmente derrotados por él. Hay un profesor viejo al que suelo visitar de vez en cuando, pese a sus más de 80 años sigue escribiendo (acaso sabe que el tiempo le ha cercado y su final está próximo) e casi sin fuerzas escribe porque quiere culminar el sentido de su obra. Como si la vida fuera para vivirla hasta sus últimos rescoldos.
Un abrazo, carlos
Como van tus obras de teatro? espero que para este año que entra, tengas alguna comedía prevista, así cuando me la cuentes, es como si estuviera en primera fila.
besos y que paséis unos días ricos en movimientos.
genial...logra pintar la cotidianidad profunda de las despedidas...
Estimado Carlos:
Estos días me los tomo de descanso y de estar con amigos, así que antes de alejarme de internet, deseo que lo pases bien estos días de fiesta y de amistad.
Un abrazo
Al leerte he recordado aquella frase, "La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados".
Al menos, Carlos, no DEBERÍAMOS ser expulsados... Intenso y hermoso ese poema, muy hermoso. Un beso.
intenso, profundo y maravilloso!!!
Los humanos no estamos bien diseñados para las despedidas. Habría que modificar el diseño. O no, porque entonces no habría poemas así.
Un abrazo.
¡Felices fiestas!
Meu caro Carlos,
Antes que este año se va, un agradecimiento enorme por lo que sembras y compartes. La intensidad de sentimientos que llenan este bello espacio que has construído en el aire, así como tus visitas sensibles, me hacen reflexionar y aprender, y me conmueven.
Gracias por tu generosidad y un abrazo muy fuerte, acompañado de
deseos de luz para el nuevo año que se acerca.
Ay Dios, qué tristeza profunda me ha entrado luego de leer este poema, que pena de ausencia tan sentida, qué silencio tan amargo el que pintas, me voy de puntillas. He venido a desearte felicidad en este primer día del año y me encuentro con la señora Tristeza esperando al visitante. Y no quiero. Hoy no. Mi beso...
Excelente poema, Carlos. Limpio, redondo, con una sonoridad que te arrastra. Me gustaría que luego nos pusiéramos de acuerdo para ver como obtengo tu libro desde aquí (Latinoamérica). Un abrazo enorme.
Toro: vuelvo casi a un mes de tanto trajín...
Creo que te extraño, no un poco, mucho!!!!
Espero que estés bien, que hayas comenzado el año tranquilo y cercano....
Besos
Que pasa Tore-ro, ya no públicas o estas demasiado ocupadísimo? feliz 08.
bss
Buen 2008.
Que sigas embelleciendo al mundo con tus palabras.
Besos. Cuidate mucho.
Toro, vamos!
Que ya estoy preocupada!
No hagas esto!
Hola Carlos Morales, mi nombre es Fernando Dianesi, no se si es la persona a la que me tengo que dirigir, pero no logré encontrar en el blog un correo de la editorial. Estoy buscando un libro, me enteré de su existencia por medio del blog de Ramón de Aguilar, le escribí a éste pidiendo más datos y lo que me pudo decir es que el libro fue editado por Ediciones El Toro de Barro.
El libro o la obra de teatro, incluida en el libro es: "Il Caravaggio" de Enrrique Trogal, según el señor Aguilar es una edición del año 1984.
Me gustaría dar con un ejemplar de dicha obra en el caso de que lo tengan y de no ser así quisiera saber si hay alguna forma de contactar al autor o a su familia.
Mi correo es: lferdf@yahoo.com.mx
Vivo en México, de ahí la dificultad de la búsqueda, que ya lleva muchos días.
Cualquier dato que pueda darme se lo agradeceré mucho.
Sin más lo saludo muy atentamente y le deseo un muy buen año.
Gracias.
Fernando Dianesi
Querido poeta Carlos.
Emocionante, sobrecogedor, triste,pero bellísimo. Se siente y muy fuerte.
P.S. ¿Tienes una Editorial? Me gustaría saber de ella. Gracias.
Un abrazo.
Un poema cargado de emoci�n y de adi�s y de vida que sigue latiendo m�s all� de cada particular vida. Me quito el sombrero, querido amigo. Un abrazo enorme.
Mi querido toro: ya se sabe que soy torpe para links y demas, pero no lo he olvidado. ¿como anda el teatro por alla?
Exito rotundo supongo.
Por aca me anda faltando tiempo, pero bueno es algo que arreglamos por ahora escamoteandoles horas al sueño.
Carlos, visítame, tienes allí un presente para que lo retires. saludos desde Arica Chile
Estas palabras de Delmira Agustini vinieron a mi mente al leer tu poema:
"Me abismo en una rara ceguera luminosa"
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